Suele suceder en más casos que los que deseamos, que una mujer esté muy de novia o hasta casada, pero que esté enamorada de otro hombre.
Con frecuencia, estas damas no dejan a su pareja actual por miedo a que quien desean en verdad no les retribuya ese amor. O bien porque, por cuestiones económicas, no pueden independizarse de su pareja.
Otras temen quedarse solas, sin el novio actual y sin el ser deseado.
Lo ideal es ser honesto con uno mismo y poner en la balanza si la pareja realmente merece este engaño, aunque sea sin intención y ser honestas y decirles a su pareja que ya no sienten lo mismo aunque parezca una decisión fácil pero el que no arriesga nada; no gana nada.
Por otra parte, hay que arriesgarse por el ser que se desea, a costa de que no resulte. Hay que tener valor... porque si se da, habrá una historia de amor en puerta. Y si no se animan... nunca lo sabrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario